sábado, 16 de diciembre de 2006

Otro verano sin ti...III

Entonces... los lamentos del ensueño de la poesía; lo dulce de la música y la celosía del enamorado... transforman con injusticia, por querer solo para uno en tu esencia... amor. Tal vez no me conformara solo con el sentimiento y hubiera querido más y más y más... porque a pesar de todo, seguimos siendo humanos y yo, sigo siendo hombre. A veces lo más maravilloso, también transforma la mirada, de lo más a lo menos dulce.
La vida, debemos hacerla soñando... esta vida que hacemos viviendo, por mucho que nos cueste a veces... en este río que significativamente, nos posibilita vivir, los sueños nos permiten flotar y trasladarnos por el, sin ahogarnos; flotando como hace amor cuando soñamos despiertos.
Ojalá la vida, incluya siempre al caminar, un paso por los sueños; esos que a veces ni siquiera nos pudimos imaginar soñándolos... esto nos enseñará, que ya no hay imposibles para nada... para nadie.
No hay cosa más hermosa en este mundo que una mujer enamorada... ¿porque?... porque son capaces de juguetear con todo aquello que comienza en el final del principio contradictorio de cualquier sueño que nos dispongamos a soñar.
Cada sentimiento en el mundo, tiene su canción... su espíritu... su Dios... por cada uno de estos, una rima engalana el alma enamorada... Por eso a veces no hay finales. En la esperanza de cada nuevo sol, dejamos de ser, presos del destino... siendo libre en el tiempo.
Entonces, solo queda fantasear; pero ya no alcanzar con imaginar lo que vendrá como una lejana posibilidad... parece mejor entonces; eliminar las telenovelas y sus besos suspicaces e irreales. O todo aquello donde se pronuncie o insinue la palabra que te nombra, “amor”, etc... antes, sin esto, la vida parecía no tener sentido, a partir de aquí, encontramos la sangre de este cuerpo seco y amorfo.
Promover la vagancia del corazón, impulsar el raciocinio antes del sentimiento, y oficiar el “ya no puedo” como excusa del lugar, donde todo lo olvidado parece perdido y todo lo perdido parece olvidado... mentiras verdaderas, ofrendas de las almas ingenuas.
Pareciera que al fin, este es el fin... aquello que al parecer nadie esperaba que pase, pero que tampoco, nadie intento detener... aquello a lo cual parecía que temíamos pero que, el enfrentarlo, nos ayuda a ser valientes para enfrentar la soledad, que momentos atrás, definitivamente no deseábamos.
Y volvemos al domingo y al ojo de la tormenta... al agua escurriéndose por el vidrio de mi ventana y el sudor encriptado en la piel humana... o tu alma dibujándose en una carta...
Y todo se desvanece...
Entiendo que es cierto...
Que ya nada existe...
Porque definitivamente este será

Otro verano sin amor

miércoles, 13 de diciembre de 2006

Otro verano sin ti...II

No me gustan las tormentas; noche lluviosa y un domingo no puede ser peor; al sentir el agua escurrirse sobre mi ventana como mi sudor, es encriptado en mi piel. Mi cabello se mantiene húmedo inspirado en el clima de Buenos Aires; por lo menos marca la pauta de que todavía soy una persona normal.
Mi vida encausó una poesía a la orden del día, una canción cambio de forma mi percepción y la soledad agudizó mis ganas de no ser o de simplemente querer olvidar.
Los truenos y relámpagos aluden una sinfónica en mi corazón, la música del dolor de la soledad que transforma. También, tales sonidos, podrían en su paradójica disonancia, abducir a una convulsión de los cuerpos en las calles. El dejo de relevancia que se pierden en los estratos de la mentira, a veces, nos obligan a perdernos... a perderme.
El amor al parecer, ya no existe en mi, no puedo tocarlo ni siquiera imaginarlo; ya la estación del año que acompañaba mis sueños y mis deseos hoy lo hace, parte de la suerte... aunque esta no exista.
Me quedé esperándote, tal vez, inconscientemente... porque todos los veranos acontece lo mismo; al parecer, por más que espere, el amor ya ni piensa en aparecer... tan solo se olvidó de mi.
¿Y yo?... Yo al parecer seguiré aquí... desde este lugar... donde nade siquiera recuerda que estoy...
Tal vez...
¿Un último romántico?
Otro verano sin amor

viernes, 8 de diciembre de 2006

Otro verano sin ti...

Los espejos de agua ya iluminan las noches, con la luz de luna porque el cielo se presenta claro totalmente; aquellos lobisones que quieren entregar su canto de aullidos y quejas, ya no pueblan ningún bosque por estos lugares, porque el verano ha llegado.
Pero tu presencia no se agolpa en mis venas, ni en mis cantos; la inspiración cuesta cada día más cara, cada tarde se hace más oscura, cada noche más sombría. Es que otro invierno ha pasado, otro verano se acerca y tu no estas aquí. Y te extraño... extraño tener ese temblor en mis extremidades, estos nervios; esta incomodidad de mi cuerpo simplemente al verte, al oír que te nombren, al saber que te llamen.
El cielo se abre, las libélulas disfrutan cada vez más las cálidas noches con su danza; el resto de las criaturas nocturnas disfrutan de cada segundo que pudieran pasar en tu nombre, porque a veces también los sentimientos tienen intenciones, como la luz de luna, como lo que a veces no se recuerda de ninguna.
Entonces te escondes en un juego de plaza, en brazos de un niño pequeño... entonces apareces en un ramo de flores, en un cono de helado que se derrite ante el impune sol de la tarde, una mariposa te saluda y una margarita se hace ofrenda.
Por las mañanas llevas perfume a café con leche, sabor a medias lunas, frescura de mermelada y dulzura de dulce de leche. Caricias de maestras en el último día de clase cuando un niño rompe en llanto; palabras de aliento de tus amigos, antes de entrar al último examen del año.
Porque todo esto se llama como vos, todas estas cosas guardan tu esencia y tu nombre y al parecer, luego de la primavera, de este lado del mundo, eres más solicitado y más admitido...
por eso digo...
¿Donde estas amor?...
¿pasaré, otro verano sin ti...?
otro verano sin amor...

miércoles, 6 de diciembre de 2006

Sentidos sin sentido

Los vientos ansiosos calmaron su furia a mis espaldas. La escucha comienza con palabras sin alma… sin vida… el comienzo de un tiempo donde las verdades se vuelan y el precio es alto… los sobres sin correo acusan un sello que ya no poseen por no tener batifondos y ¿después qué?... tormentas.
El pasado inaugura una etapa sin fríos; la poesía inaugura una vida sin amores… “al menos para mi, ya tomé pastillas y sigo sin dormir”. Mis dedos se congelan a pesar de estar cerca el verano; las vidas cada vez más insulsas no alcanzan la fortuna ni la vida que se busca sino, una señal recurrente, sin cambios, sin miedos, contradicciones… tiempo.
Los estirpes televisivos, la pantomima secuencia de los dolores en los tiempos insanos, los baldes genocidas de baldosas incipientes, los flujos vocales in coordinantes y la dramaturgia del cambiado mundo prejuicioso de que todo es mentira, nada se puede de forma correcta… todo es como nos lo dejaron y no cambiará nunca.
Yo quiero pelear por el cambio, por retornar las certezas a nuestros corazones, a nuestras sapiencias… a veces las fantasías no son más que lúgubres cambios incorrectos, sin espacio dentro de un mundo como en el que vivimos… las hamacas y los toboganes están tristes… No porque ya no haya niños sino, porque nadie quiere volver a serlo y los que lo son todavía, ya no quieren serlo más. Niños que quieren ser grandes, grandes que no quieren ser niños, cambios que no facilitan a nadie, nadie que reinventa el camino… Al parecer todo lo inventado esta tan mal usado, que nos convertimos en víctimas y victimarios de este sistema que nos abduce hasta tirarnos… hasta importunarnos… hasta olvidarnos.
Recuerdos que ayer eran hechos… hechos que hoy son malezas… ya no hay barriletes que surquen los aires en busca de aventuras, ni barquitos de papel que caigan por las alcantarillas justificando algún descuido… No hay chicos peleando a punta de pirulines defendiendo el fuerte inventado, debajo de la trepadora… no hay algodones de azúcar, que sean lo suficientemente grandes como para tapar el rostro completo, de alguno de estos valientes… porque la depreciación si es grande… su desaparición ¿inevitable?… ¿Quién fue el que olvidó, lo valioso de tal golosina, para el perdedor de el duelo de pirulines?. Un perfume que nos devuelva un recuerdo, un recuerdo que signifique un perfume... nosotros somos la vida que gustamos vivir, que gustamos fraguar o no...
Todavía quedan espacios en el mundo, donde todos y todo es de cada uno y para cada uno... aún el equilibrio se sigue buscando insipiente en las veredas... yo pienso encontrarlo, la ayuda es bienvenida, los sueños son aquello que no debemos perder nunca... tener siempre... a flor de piel... A veces hay que perder todo y recomenzar... aunque los mismos sentidos, pierdan el sentido de la misma percepción.